Cafetería Verona ^🇪🇸

Tema Almuerzo ni se les ocurra, mal servicio, precio carísimo para lo que es.... Pedimos 2 bocatas, uno de calamares y otro de pechuga,jamón, huevo y patatas el cual la carne mal oliente una lastima no haya podido agregar fotos! Precio?? 20€ por dos bocatas y dos refrescos sin más ni siquiera unas olivas o unos cacaos. Nefasto!

20-30 €

10-20 €

Agradables desayunos. Ricas y económicas tostadas. Cafés bien hechos. Atención y servicio espectacular.

No puedo opinar ni del ambiente, ni de la comida, ya que no nos han dado pie a ello. Hemos llegado a la terraza, a una mesa que estaba en una esquina, con 2 perros, que el más grande pesa 5kg y que se han sentado sin rechistar, y la señora, nos ha dicho que con perros no nos podía servir… eso si, al señor y señora que estaban al lado que parecían dos chimeneas echando humo, a esos si los han atendido sin problema. Y no, no había cartel de mascotas no, prohibido perros ni nada similar.

Bar pequeño pero con mucho ambiente. Sobre todo gente jóven y estudiantes. Buenas tapas y raciones económicas. También sirven desayunos. Son muy amables y dan un buen servicio.

Muy mal servicio. Le pido mi bebida y la tapa de ensaladilla rusa, al pagar me cobra la tapa como extra, cuando le pregunto, porque en teoría solo pagas la bebida. Me dice q solo entra como tapa de bebida la paella. No le quise discutir. Le pague esa tapa extra q no tenia que haberlo echo. Pero ha perdido una clienta. No vuelvo más!!

Bar que te ponen tapa con la bebida (2.70€ aprox) nos pusieron paella ( el grano demasiado pasado, pero estaba bueno) y ensaladilla Los calamares muy buenos y las migas estaban bien.

1-10 €

Nos sentamos en la terraza y nos dicen que no nos atienden por que tenemos 2 perros. Tenemos que salir fuera de la terraza si queremos ser atendidos. No le pongo menos estrellas porque no se puede. No especifica en ningún sitio la no admisión de mascotas ni nada por el estilo. Nos hemos quedado perplejos. Solo por esto, no merece la pena ni entrar.

No dejan entrar perros, o al menos, algunos. Nunca he puesto una reseña de este tipo, pero quiero que otros dueños de perretes tengan la opción de leer esto antes de decidirse a ir. Fuimos con mi perra de tamaño mediano-grande a este bar, había varias mesas libres y nos sentamos en una de ellas en un extremo de la terraza, y la perra se tumbó al instante debajo de la mesa. A los dos minutos, vino la camarera y nos dijo que nos teníamos que ir, que no nos podía atender porque no admiten perros. En un primer momento, me hizo sentir bastante mal, pero pensé que están en su derecho. Sin embargo, cuál es mi sorpresa al levantarme, que veo en otra mesa a un perro pequeño subido en la silla encima de su dueño. Al parecer, con ese perro no había problema. No dije nada porque la camarera había entrado dentro de nuevo. En definitiva, mejor ir a cualquiera de los demás bares de la calle, que además están muy bien.